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Investigación internacional

La aceptación de la vacuna contra COVID-19 aumentó el año pasado a nivel global

DiCyT/ISGlobal
Rev. Manrique Vindas Segura
César A. Parral
10. 01. 23

Tras una encuesta en 23 países, un nuevo estudio puede ayudar a los (as) responsables políticos (as) a abordar la reticencia a la vacunación de manera más eficaz.

De las 23.000 personas encuestadas (1.000 por país encuestado), el 79,1% estaba dispuesto a aceptar la vacunación contra el COVID-19.

Fuente:
G.I.

La aceptación de la vacuna contra el COVID-19 aumentó a nivel global, del 75,2% en 2021 al 79,1% en el 2022, según una encuesta realizada en 23 países que representan más del 60% de la población mundial.

Sin embargo, la aceptación de la vacuna disminuyó en ocho países y casi una de cada ocho personas vacunadas encuestadas, en particular los hombres y mujeres más jóvenes, mostraba reticencia a recibir una dosis de refuerzo.

El estudio, liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) en España y la City University of New York Graduate School of Public Health and Health Policy (CUNY SPH) en Estados Unidos de América (EE. UU.), y publicado en Nature Medicine, subraya una gran variabilidad entre países y la necesidad de adaptar estrategias de comunicación para abordar la reticencia a la vacunación.

"La pandemia no ha terminado y las autoridades deben abordar urgentemente la indecisión y la resistencia a la vacuna como parte de su estrategia de prevención y mitigación del COVID-19", afirma el Dr. Jeffrey V Lazarus, jefe del Grupo de Investigación en Sistemas de Salud de ISGlobal, centro impulsado por la Fundación "la Caixa".

Sin embargo, para ello los (as) responsables políticos (as) necesitan datos sólidos sobre las tendencias de la reticencia ante las vacunas (si está disminuyendo o aumentando y en qué poblaciones) y los factores que influyen en la misma (como el nivel de ingresos o de educación).

La colaboración internacional es dirigida por el Dr. Lazarus y Ayman El-Mohandes, decano de CUNY SPH y autor sénior del estudio. Para obtener estos datos, se realizaron una serie de encuestas a partir de 2020 en 23 países altamente poblados y muy afectados por la pandemia (Alemania, Brasil, Canadá, China,Corea del Sur, Ecuador, España, Estados Unidosde América, Francia, Ghana, India, Italia, Kenia, México, Nigeria, Perú, Polonia, Reino Unido, Rusia, Singapur, Sudáfrica, Suecia y Turquía). Los datos que aquí se presentan corresponden a la tercera encuesta, realizada entre junio y julio de 2022.

De las 23.000 personas encuestadas (1.000 por país encuestado), el 79,1% estaba dispuesto a aceptar la vacunación. Este resultado representa un aumento del 5,2% con respecto a junio de 2021. La disposición de los padres y madres a vacunar a sus hijos e hijas también aumentó ligeramente, del 67,6% en 2021 al 69,5% en 2022.

Sin embargo, ocho países observaron un aumento en la reticencia (del 1,0% en el Reino Unido al 21,1% en Sudáfrica). Preocupantemente, casi una de cada ocho (12,1%) personas vacunadas encuestadas dudaba sobre ponerse una dosis de refuerzo. Esta indecisión era mayor entre los grupos de edad más jóvenes (18-29 años).

"Debemos permanecer vigilantes en el seguimiento de estos datos, contener las variantes de COVID-19 y abordar la indecisión, que puede suponer un reto para los futuros programas de inmunización contra la COVID-19", afirma Ayman El-Mohandes, autor sénior del estudio.

La encuesta también proporciona nueva información sobre los tratamientos recibidos. A nivel mundial, la ivermectina se dio con la misma frecuencia que otros medicamentos aprobados, a pesar de que la OMS y otros organismos no recomiendan su uso para prevenir o tratar el COVID-19.

Además, casi el 40% de los (as) encuestados (as) declaró prestar menos atención que antes a la nueva información sobre el COVID-19 y dar menos apoyo a los mandatos de vacunación.

La naturaleza diversa de la reticencia a las vacunas

En algunos países, la reticencia a las vacunas estaba asociada a variables como el sexo femenino (por ejemplo, China, Polonia y Rusia), el no tener título universitario (por ejemplo, Francia, Polonia, Sudáfrica, Suecia y EE.UU.) o tener ingresos más bajos (por ejemplo, Canadá, Alemania, Turquía y Reino Unido). Además, el perfil de las personas que prestaban menos atención a la pandemia variaba según los países.

"Nuestros resultados muestran que las estrategias de salud pública para aumentar la cobertura de las dosis de refuerzo deberán ser más sofisticadas y adaptables a cada entorno y población diana", afirma el Dr. Lazarus. "Para mejorar la aceptación de la vacuna, las estrategias deben incluir mensajes que transmitan compasión en vez de miedo y utilizar mensajeros (as) de confianza, en particular profesionales de la salud", añade.

Los datos proporcionados por las encuestas pueden ser de utilidad para que los (as) tomadores (as) de decisiones, los (as) profesionales sanitarios (as) y los (as) investigadores (as) aborden la reticencia a las vacunas COVID-19 de forma más eficaz.

El nuevo estudio sigue los pasos de una declaración de consenso mundial sobre el fin del COVID-19 como amenaza para la salud pública, que el Dr. Lazarus, el Dr. El-Mohandes, junto con 364 coautores de 112 países publicaron en Nature hace tres meses.

La investigación internacional es dirigida por el Dr. Ayman El-Mohandes, decano del CUNY SPH y autor sénior del estudio.

Fuente: G.I.