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Empresas derivadas de la academia generan conocimiento y riqueza

Manrique Vindas Segura
8. 04. 14

El Dr. Enrique Galindo Fentanes, investigador del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), mostró el producto desarrollado por la empresa que ellos crearon.

Si los investigadores no encuentran empresas que utilicen sus descubrimientos, entonces deben crearlas ellos mismos.  Así lo hizo el Dr. Enrique Galindo Fentanes, investigador del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien desarrolló su propia empresa junto con dos colegas científicos.

Estos investigadores relatan su experiencia en el artículo “Desafíos de introducir un nuevo biofungicida en el mercado. Un caso de estudio” (“The challenges of introducing a new biofungicide to the market: a case study”,  publicado en la Revista Electrónica de Biotecnología (Electronic Journal o Biotechnology).

Allí relatan sus peripecias como investigadores universitarios que finalmente lograron comercializar un producto que habían desarrollado en la Universidad mediante la creación de una empresa que pudo satisfacer los requisitos comerciales y ponerlo en el mercado.

Estos científicos crearon una empresa derivada de la investigación académica (conocidas como “spin-off académicas”), para producir y comercializar un biofungicida llamado Fungifree AB, que habían desarrollado en laboratorios del Instituto de Biotecnología del la UNAM. Así la empresa Agro & Biotecnia surge como una “spin-off” de ese Instituto.

El producto cuenta con registros para el control de la antracnosis, que es una enfermedad causada por un hongo que ocasiona manchas negras en la cáscara del fruto.  

Esta puede afectar el mango, la papaya, el aguacate y los cítricos. El fungicida tiene potencial para utilizarse en otros frutales y hortalizas, así como en el control de otros fitopatógenos.

Ya se tienen los registros también para el control de Cenicilla polvorienta en sandía, pepino, berenjena, chile y tomate.

El producto constituye una alternativa biológica para el control de la enfermedad en estos cultivos, evitando el uso de fungicidas químicos, lo cual resuelve un grave problema a los exportadores de mango mexicanos, quienes no pueden exportar el mango afectado por el hongo, pero tampoco si tiene residuos químicos de pesticidas usados para combatirlo.

Largo camino

El proceso no fue fácil, pues les tomó doce años desde el inicio del proyecto académico de investigación hasta la introducción al mercado del biofungicida, incluyendo la constitución de la spin-off académica, como negocio derivado de la investigación científica. La empresa se fundó en 2008 y el producto se introdujo al mercado mexivano en 2013.

El control biológico aprovecha las enemistades naturales entre microorganismos. Así este biofungicida está hecho  a partir de la bacteria “Bacillus subtilis”,  que es enemigo natural del hongo “Colletotrichum gloeosporioides” que causa la antracnosis.

El Dr. Enrique Galindo explicó que al principio “ofertamos la tecnología que pertenece a la Universidad para licenciarla a alguna empresa que estuviera interesada. Durante tres años varias empresas se acercaron con interés pero ninguna iniciativa prosperó.

“Ante esa disyuntiva,  como investigadores universitarios teníamos dos opciones, una era guardar en el archivero nuestra investigación y esperar a que alguna empresa se interesara en el futuro,  o bien,  crear una ´spin off’ del propio Instituto.”

Agregó que al final se decidieron por  “crear la empresa Agro & Biotecnia. Hubo un proceso de negociación entre la empresa y la Universidad que no fue sencillo.  Pero que pudimos resolver todos los conflictos de intereses que se presentaban por el hecho de que era una tecnología de la Universidad, que se estaba transfiriendo a una empresa en la que eran socios investigadores de la Universidad para lo que no había antecedentes.”

Durante su vista a la Universidad de Costa Rica (UCR), el Dr. Galindo relató a investigadores de varias universidades del continente  americano sobre este proyecto.
“Justamente para compartir nuestra experiencia, para que otros investigadores puedan ver que es factible hacer innovación desde la universidad, que los problemas sobre conflictos de interés y de relación con la industria son solubles y que es posible hacer este tipo de desarrollos que lleguen hasta los productos comerciales”.

El Dr. Galindo visitó la UCR como asesor el proyecto  "Producción biotecnológica de bioetanol a nivel piloto a partir de desechos agroindustriales de piña y banano"  que desarrolla el Centro de Investigaciones en Productos Naturales (CIPRONA), bajo coordinación de la M.Sc. Alicia Hernández Peñaranda, en el marco del Convenio de Cooperación Técnica y Científica entre México y  Costa Rica.

Además durante su visita, el Dr. Galindo compartió con colegas durante el XVIII Seminario Latinoamericano y del V Congreso Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos, celebrado en nuestro país del 31 de marzo al 2 de abril en el hotel Ramada Plaza Herradura

El encuentro reunió a especialistas de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México, Alemania, España, Francia, Holanda, Italia, China y Estados Unidos, convocados por el Centro Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos (CITA) de la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Asociación de Tecnología Alimentaria de Costa Rica (ASCOTA).